19 de Abril de 2006, miércoles
14:40h
He hablado con Dafne. Vino ayer de su pueblo. Dice que quiere que quedemos antes de que me vaya a Londres. Le he enviado un mensaje a Carol para proponerle que quedemos esta tarde, pero ella me ha dicho que se irá a Masena. Sinceramente, por mí se puede ir directamente a la mierda, y si con ella se lleva a Lucía, mejor que mejor. He apagado el móvil. Lo dicho, no saldré hasta el veintiséis de mayo. No quiero saber nada de ellas.
Por la mañana mi madre, Gustavo y Mariana han tenido una rueda de prensa por el lanzamiento de su nuevo libro. Como la rueda de prensa era en una librería, he ido hasta allí y me he comprado “Ella, Drácula” de Javier García Sánchez y “Lolita” de Heinz Von Lichberg con prólogo de Rosa Montero. El de “Lolita” es un cuento de mil novecientos dieciséis, mucho antes de que Nabokov escribiera su archifamosa novela del mismo título y parecido argumento. El de “Ella, Drácula” está basado en la vida de mi gran musa Erzsébet Báthory. Leer es el único consuelo que me queda en medio de esta asfixiante soledad, de esta odiosa depresión causada por no sé qué.
Mi madre vendrá tarde. Le he dicho que no importa, que la esperaré a comer, pero ella se ha enfadado conmigo y me ha colgado el teléfono. Ahora Gustavo está comiendo solo en la cocina. Pero la mala soy yo.
Ojalá se fueran lejos y me dejaran sola, llorando o muriendo en paz.
1 cafés:
Este capítulo es muy corto ... venga, el siguiente.
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