jueves, diciembre 14, 2006

Cafeína y ácido acetilsalicílico con azúcar. 2 de mayo (continuación)

Serán sobre las once y media o así de la mañana y estoy en una clase a la que sólo acudo porque no hay nada mejor que hacer: lengua.
Mis labios están secos. Necesito agua.

Ayer vi “La naranja mecánica”. Ayer vi “Trainspotting”. Qué bonito es ver la degradación humana por televisión. Qué bonito es ver la desgracia ajena. Qué bonito es el amor. Qué bonito es la muerte. La violencia en televisión. Qué bonito es odiar, que bonito es fracasar. Qué bonito es fracasar. Que bonito es ser gafe y hundir a los demás.
Linobeno apesta a hipocresía. Linobeno etiqueta, maldice, desprecia y elimina. Linobeno hiela. Frío, sin un guiño de sentimiento. Linobeno olvida. Linobeno se corrompe.
Hay una guerra civil. Una guerra escondida tras hipócritas sonrisas. Hay una guerra fría, una guerra de rumores, chismorreos, cotilleos. Batallas verbales entre unos anormales que ni siquiera saben hacer uso del sarcasmo.
Una ciudad de gárrulos. Niñatos consentidos. Pijos, racistas y superficiales disfrazados de víctimas góticas, raperos y punkis.
¿Quién es el hippie, el punkarrilla, la víctima social? Que me traigan a un hippie que no se haya gastado sesenta euros en ropa de “Hakuna Matata”, a un punk que no vaya al instituto y a quien el trabajo de su papi no le permita ahogarse en el mundo de la coca. Pijos travestidos, niñatos de papá con complejo de víctimas. ¿Cuándo empezó este carnaval? ¿Cuándo fue el día en que el espíritu bohemio y revolucionario murió? ¿Cuándo el movimiento anti-burgués fue sustituido por la hipocresía?
Niñatos de papá que temen repetir curso porque el centro en el que se impartirá al año que viene segundo de bachiller de artes es un instituto caracterizado por el gran número de niños gitanos e inmigrantes que allí están matriculados. ¡Sí, viva el espíritu hippie! ¡Arriba ese espíritu punk que lucha contra las injusticias sociales! ¡Viva el anarquismo dominado por el humo del hachís! Sí, seamos hippies y punkis y acribillemos a pedradas a todos aquellos que no se nos parezcan.
Seamos, sí, punkis. Dejaremos de estudiar, dejaremos de trabajar. Con el sueldo de papá nos compraremos una chupa de cuero y bastante marihuana; así podremos hacer el vago, pasar las horas muertas perdidos en la nube de humo que engloba el famoso banco del paseo de la Escuela. Después nos las apañaremos: aprobar en septiembre es fácil, igual que la segunda convocatoria de selectividad. ¡Sí! ¡Conseguiremos ir a la universidad! Papa paga, papa paga, papa paga.
Yo espero aprobar en junio. ¡Sí, sí, sí! Debo aprobar... Cualquier cosa con tal de no volver jamás a esta puta Escuela.


19:44h
Ser feliz no cuesta tanto. (Risas)


Salgo de clase. Aún queda por delante la clase de inglés, pero no aguanto ni un minuto más. Necesito salir de allí.
Perdidas de Dafne. La contesto con perdidas mientras camino por la peatonal, rumbo a casa. Siento que los albañiles ya no me miran. Que les den.
Entro al portal. Vecina extraña saluda fríamente. Se me cae por segunda vez una moneda de cero cincuenta al ir a sacar las llaves. Hoy no es mi día...
Miro el buzón a través de la rendija. Dentro hay cartas, ¿de quién? Diviso una dirección pero mi miopía sólo me permite leer “Surelia”. Carta del Concurso literario De Surelia. Ansiosa, busco, entre el manojo de llaves, la del buzón, pero recuerdo que la última vez que perdí una llave fue precisamente esa. Mierda. Meto la mano en la rendija, pero es imposible. No llego. ¡¡¡Joder!!! Abatida, subo a casa y pongo “Viridiana”. Mantengo la mente ocupada hasta que venga mi madre.
Después de ver esa magnífica obra de Buñuel, a las tres o así, ha venido mi madre con el correo.
Vale, debo reconocer que el premio es muy bajo, pero es un premio y estoy agradecida. Mi relato ha sido premiado y eso ya me basta. Que sí, que es un premio bajo, pero menos es nada. Yo no me merezco más. Mi relato no se merece más.
“Esencias” se merece que le hayan asignado el accésit número cuatro del género narración corta en la modalidad “jóvenes” del XVII Concurso Literario de Surelia”, dotado con setenta y cinco euros.
“Esencias”.
Me he puesto tan contenta que he enviado mensajes anunciando tal cosa a un montón de peña. A Dafne la he llamado. Ella me ha dicho que ha estado en la Escuela de Arte con Lucía, a quien se ha encontrado por el camino. Eso significaban las perdidas. Qué pena no tener telepatía. Como sigue sin móvil, no he podido comunicarle la noticia a Lucía. Carol tenía el móvil apagado.
Johana sí me ha dado la enhorabuena. Y Almudena, Isabela y Josefina. Le he mandado el mismo mensaje a casi todos los números de la agenda (hasta que el saldo ha expirado), aunque no todos me han contestado. Me ha dolido que no me hayan contestado Toño y la Cándida.
Sé que hay muchos que no han contestado porque no tenían saldo y otros me han respondido con una simple perdida (Carlos, Sonia, Maite y Berta.) Fátima tampoco me ha contestado, pero bah. Ha habido gente a quien no he podido contestar por quedarme sin saldo, como Adria, Álvaro o Izaskun. Pero a estos dos últimos veré mañana en la Escuela. Adria, como Toño y Dani “Green Day” – a quien también he escrito pero no me ha contestado -, me la trae floja. Igual que Jonathan, Tomás o Diana, que tampoco me han respondido.
A Guille también se lo ha dicho, y le he pedido que se lo dijera a Lucía, ya que yo no puedo tener contacto con ella. Él me ha felicitado y me ha dicho que se lo dirá a Lucía, aunque a ella le haría mucha ilusión que se lo dijera yo. Ya, pero yo no puedo llamar a su casa. Paso de mantener el mínimo contacto con su padre y sus desprecios incomprensibles hacia mí. No correré el riesgo de darle ese gusto a ese personaje.
“Esencias”... Esencias.
Nico también me ha felicitado.
“Enhorabuena. Me alegro mucho por ti. ¿Has escrito un libro? Joder, va a resultar que vas a ganar premios novel y todo, je je. Bueno guapa, un beso.”
Dios, creí que me odiaba. ¿Por qué nunca me enamoro de los buenos? Nico está en la universidad estudiando psicología.
Estoy feliz porque hay mucha gente que se ha alegrado por mí.
Estoy feliz.
Soy digna de ese cuarto accésit.
“Esencias”. Esencias.
La entrega de premios es este sábado en Surelia. Yo este sábado estaré volando hacia Génova.
Qué majo es Nico...
Qué majas son Johana, Almudena e Isabela.
¡Hostia, he olvidado llamar a mi padre!

1 cafés:

Anónimo dijo...

Veo q has ganado incluso premios, no me extraña, escribes muy bien para tu edad. Y al final estudiaste la carrera que querías, alegrate!